viernes, 28 de octubre de 2011
domingo, 23 de octubre de 2011
EL TIPNIS RUGE
(Marco Diaz Foronda)
Ecológico pulmón planetario
Habita natural de mi hermano originario
Chiman, yuracaré, mojeño trinitatario
Tierras de origen perforadas por la angurria
... Del pequeño y grande propietario.
Prometiendo desarrollo
Se impone ducto carretero
Que importa el sentimiento comunitario
Cuando avanza la lógica de mercadeo
Empujada por la sed de transnacional saqueo.
Poco importa el etnocidio, la depredación
Si buscan saciar la angurria transnacional
Ruta que oxigene su sobreproducción
Pacto que succione materia natural
Expansión de cáncer del gran capital.
Los jaguares legendarios
De la loma santa buscadores
Irrumpen en marcha de esperanza
Contra el engaño del indígena mandatario
Felipillo intérprete del poder foráneo.
De la cálida selva a las frías montañas
Transitan hombres y mujeres
Ancianos con pies de ancestro
Niños con mirada de nueva esperanza
Apología de naciones originarias.
El traidor vuelca al colono contra el indígena
Enfrentando hermanos de la misma savia
Salud, educación, progreso, cacarea
Cuando plata no alcanza ni para la vacuna
Morimos hasta por gripes o disentería.
Brutal y asesina represión policial
Perversa campaña de la mentira mediática
No detienen al gigante de más de mil latidos
Ecologistas y humanistas invocan pacifismo
Pero es guerra contra la opresión imperial
Hijos de la Amazonía aquí estamos sus hermanos
Desterrados y explotados en la selva de concreto
Desengañándonos de capitalistas e impostores
Hora es de unir brazos y conciencias
Redimirnos del yugo imperialista burgués.
Sesenta lunas y soles
La marcha no se rinde
¡Autodeterminación!
¡No a la carretera del saqueo!
Caigan los impostores, porque hoy…
¡El TIPNIS ruge!
Foto: Mila Matias.
miércoles, 19 de octubre de 2011
TRAYECTO DE LA MARCHA
TRAYECTO.
Está confirmado que el trayecto es Urujara - Chuquiaguillo - Villa El Carmen - Villa Fátima - Plaza Villarroel - Avenida Busch - Estadio Hernando Siles - Avenida Camacho - Mariscal Santa Cruz - Plaza Mayor de San Francisco.
La marcha indígena entra hoy a la ciudad de La Paz
La Octava Marcha Indígena llegó ayer a Urujara, a la entrada de la ciudad de La Paz, donde fueron recibidos por cientos de ciudadanos. Hoy caminarán 12 kilómetros hasta la plaza San Francisco, donde participarán de una ceremonia religiosa. Realizarán este trayecto acompañados por miles de personas. Luego podrían asistir al diálogo “directo” con el presidente Evo Morales, como dice en una carta firmada por el ministro de la Presidencia, Carlos Romero. Las y los 3000 marchistas esperan entrar a la plaza Murillo, donde se encuentra el Palacio Quemado, aunque desde el Ministerio de Gobierno informaron que aún no tomaron una decisión sobre este tema. “Entramos a la plaza Murillo para que podamos encontrarnos con el Presidente y aclarar los temas. Como marcha estamos pidiendo el cumplimiento de la Constitución Política del Estado, el respeto a los pueblos indígenas originarios, el respeto a la tierra y territorio. Y también será el momento de aclarar todas las acusaciones que nos hizo el Gobierno durante la marcha”, dijo tata Walberto Baraona, mallku de Medio Ambiente del Consejo Nacional de Ayllus y Markas del Qullasuyu (CONAMAQ).
“Tiene que ser coherente el Evo Morales, porque él dijo ‘yo voy a esperar aquí en La Paz, en la sede de Gobierno’, que está en la plaza Murillo. Si él no nos dejara entrar a la plaza Murillo nos estaría discriminando. Si hemos venido hasta aquí luego de caminar más de 60 días, ha sido porque el Gobierno nacional no ha dado solución a nuestras demandas”, dijo Baraona.
La marcha salió de Pongo a las 8 de la mañana y pasó la tranca de Urujara a las 18. A los minutos, llegó el viceministro de Coordinación con los Movimientos Sociales, César Navarro, con una carta de invitación al “diálogo” firmada por un ministro. El funcionario tuvo que retirarse a los pocos minutos, luego de recibir de la multitud una catarata de calificaciones, como “asesino”, “represor”, “maricón”, “hijo de puta”, “llunku”, “mentiroso”. La más elegante fue “Viceministro de Represión a los Movimientos Sociales”, por su vinculación con los cocaleros que en Yucumo bloquearon a la marcha hasta que llegaron los policías para apoyarlos (a los cocaleros).
“Con ellos no tenemos que dialogar nada, solamente con el Presidente podemos hablar, porque en varias invitaciones que nos han hecho a dialogar no nos han dado solución. Ellos no tienen poder de decisión para atender a las demandas de la marcha. Tuvo que retirarse Navarro de la marcha, porque nosotros no vamos a conversar con ellos, los ministros no tienen la voluntad de solucionar”, dijo el quechua Baraona. También la Policía Nacional había dicho que escoltaría a la marcha. A ningún indígena le pareció una buena idea, porque no se olvidan de la represión policial del 25 de septiembre, aunque el Gobierno nacional quiera borrar ese día de la historia.
“Nosotros no hemos pedido policías, porque ya nos han masacrado. Nosotros no vamos a permitir que nos resguarden, porque ellos deben hacer su trabajo. Nosotros nada que ver con ellos. Nosotros sabemos cuidarnos entre nosotros ¿Con qué cara podrían venir los policías a hacer seguridad a la marcha? No vamos a permitir que estén junto con nosotros”, agregó el mallku.
Las ministras
Por la mañana, fueron a Urujara las ministras de Justicia, Nilda Copa; de Desarrollo Rural, Nemesia Achacollo; y de Transparencia, Nardi Suxo, con ropa y alimentos para las y los marchistas, que todavía no habían llegado. Estaban algunas mujeres y hombres de la Comisión de Avanzada, encargados de preparar el lugar para la llegada de los indígenas.
Las ministras fueron abucheadas y obligadas a irse. La vicepresidenta de la Confederación de Mujeres Indígenas de Bolivia (CMIB), Judith Rivero, dijo a Erbol que las echaron porque "ya no es hora de que vengan a hacerse las solidarias. Les dijimos que nos esperen allá en La Paz, porque ellas no hicieron nada como mujeres, ni como madres, cuando los policías nos reprimieron el 25 de septiembre. Aquel día ellas debieron intervenir por nosotras, que fuimos golpeadas en el monte".
Según Suxo, fueron expulsadas porque las y los indígenas ahora son manipulados por funcionarios de la Alcaldía de La Paz, quienes cumplen tareas humanitarias. Aparentemente, la ministra ya se olvidó de que hace menos de un mes la Octava Marcha Indígena, integrada por niñas, niños, mujeres, hombres, ancianas, ancianos, fue reprimida sin miramientos por el Gobierno al que ella pertenece.
"Cuando nos disponíamos a entregar las vituallas al grupo de avanzada de la marcha, los funcionarios municipales instigaron para que no podamos proveer la ayuda humanitaria a los niños, mujeres y adultos mayores", dijo Suxo a la agencia oficial ABI. Con este discurso, el gobierno de Morales demuestra una vez más que tiene una mirada paternalista y despectiva hacia los indígenas. Según las creencias de los habitantes del Palacio Quemado, las y los indígenas no pueden pensar por sí solos; siempre deben tener a alguien con formación de la civilización occidental, algún “doctorcito” que brinde coherencia a los planteamientos de los originarios.
La ministra Copa había realizado una denuncia por un inexistente “secuestro” del canciller David Choquehuanca, quien fue obligado a marchar por los indígenas durante una hora y media en Yucumo, el 24 de septiembre. Este proceso avanza con la declaración de testigos y un show acorde, con el cual el Gobierno nacional quiere desprestigiar a la marcha. Por otro lado, la causa judicial por la represión policial a los indígenas sigue inmóvil.
La marcha saldrá hoy a las 8. Entrará por Kalajahuira, pasará por la plaza Villarroel, el Stadium, las avenidas Simón Bolívar, Camacho y Mariscal Santa Cruz, para concluir en la iglesia de San Francisco. Según las organizaciones sociales paceñas que preparan la llegada, más de 200.000 mil personas saldrán a recibirlos. El Gobierno nacional aún no decidió si les permitirá ingresar a la plaza Murillo.
"La seguridad del Palacio de Gobierno, de la Plaza Murillo, del kilómetro cero, está a cargo de la Policía boliviana. Entonces tenemos que ser cuidadosos con ello, yo estimo que debe valorarse previamente la situación para tomar una determinación", dijo el ministro de Gobierno, Wilfredo Chávez.
"Haremos los contactos necesarios para que sea en un clima de absoluta tranquilidad y vamos a preservar seguro el orden de la marcha. Lo que tenemos que garantizar es que la marcha no tenga ningún tipo de altercados, no la perjudiquen, no haya ningún incidente de algún desadaptado. Tenemos que ver eso, la Policía tiene que cuidar", dijo. En más de dos meses de marcha, los únicos “desadaptados” que aparecieron fueron los 500 policías enviados por el Gobierno para reprimir a las y los marchistas en Yucumo, Beni, el 25 de septiembre pasado. Fueron mandados por un desadaptado mayor, cuyo nombre aún no fue dado a conocer por los funcionarios del autoproclamado “Gobierno del cambio”.
Desde la octava marcha afirmaron que no se desmovilizarán hasta que el Gobierno nacional atienda a sus 16 puntos. El primero de ellos trata sobre la construcción de la carretera Villa Tunari-San Ignacio de Moxos, que pasaría por el Territorio Indígena Parque Nacional Isiboro Sécure (TIPNIS), aunque el Estado Plurinacional no hubiera realizado la consulta previa y constitucional a los propietarios de su millón de hectáreas: los pueblos Chimán, Mojeño y Yuracaré.
“Vamos a mantener la vigilia, vamos a mantenernos durante los días que sean necesarios. No se nos pasa por la mente volver a nuestros territorios con las manos vacías, el resultado de nuestro movimiento a nivel nacional tiene que garantizar que nos llevemos en nuestras mochilas una ley que garantice que ningún proyecto atravesará el Isiboro Sécure”, dijo el diputado indígena Pedro Nuni.
En los últimos días, las cámaras de Diputados y Senadores, con mayoría del oficialista Movimiento Al Socialismo (MAS) aprobaron una ley de supuesta defensa del TIPNIS, según la cual el Gobierno quiere hacer la consulta a los pueblos indígenas del lugar ahora, luego de que hubiera empezado las obras la empresa brasileña OAS.
La marcha llegó a Urujara a las 18, luego de andar todo el día entre frío, niebla y 4700 metros sobre el nivel del mar que afectó mucho a las y los indígenas amazónicos. Fueron recibidos por cientos de paceños y flashes de cámaras de fotos. Entre los caminantes venía tata Rafael Quispe Flores, mallku de Industrias Extractivas del CONAMAQ, con un dolor de estómago muy fuerte. Estaba con mala cara, pero confiado de que hoy sus reclamos comenzarían a atenderse, porque así lo quiere el pueblo boliviano.
“El domingo pasado (en las elecciones judiciales, que tuvieron más del 50 por ciento de votos nulos), el pueblo le dijo ‘no’ al autoritarismo, ‘no’ al dedazo, ‘no’ a un gobierno fascista, como el que se está formando. Creemos que el Presidente debe hacer una lectura de esto y plantear la reconducción de su gobierno, ver la forma de hacer cambios estructurales en lo social, económico, político: no cambios de nombre, sino cambios estructurales. Pero como no lo va a hacer, creo que el ciclo de Evo Morales terminó. Ya cumplió su ciclo, junto con nosotros hizo la Constitución, derrotó en Porvenir a la derecha y creo que ahí terminó. De este gobierno de Evo Morales lo bueno que queda es la Constitución, con tantas deficiencias que tiene, aún después de haber pactado con la derecha Álvaro García Linera (vicepresidente de Bolivia), todavía sirve la Constitución. Él ya cumplió su ciclo, porque nunca se va a meter en su cabeza la visión del Estado Plurinacional”, dijo el aymara.
“El domingo pasado (en las elecciones judiciales, que tuvieron más del 50 por ciento de votos nulos), el pueblo le dijo ‘no’ al autoritarismo, ‘no’ al dedazo, ‘no’ a un gobierno fascista, como el que se está formando. Creemos que el Presidente debe hacer una lectura de esto y plantear la reconducción de su gobierno, ver la forma de hacer cambios estructurales en lo social, económico, político: no cambios de nombre, sino cambios estructurales. Pero como no lo va a hacer, creo que el ciclo de Evo Morales terminó. Ya cumplió su ciclo, junto con nosotros hizo la Constitución, derrotó en Porvenir a la derecha y creo que ahí terminó. De este gobierno de Evo Morales lo bueno que queda es la Constitución, con tantas deficiencias que tiene, aún después de haber pactado con la derecha Álvaro García Linera (vicepresidente de Bolivia), todavía sirve la Constitución. Él ya cumplió su ciclo, porque nunca se va a meter en su cabeza la visión del Estado Plurinacional”, dijo el aymara.
(Comisión de Comunicación de la Octava Marcha Indígena)
martes, 18 de octubre de 2011
Vamos a la marcha en defensa del TIPNIS (en su ultimo tramo a La Paz)
Vamos a la marcha en defensa del TIPNIS (en su ultimo tramo a La Paz)
(Foto: El Seba)
¡Amigos y amigas! como es de su conocimiento la marcha en defensa del TIPNIS ya se aproxima a La Paz, segun las informaciones lo mas probable es que lleguen el dia miercoles. ¡La poblacion los recibirá como se merecen!
¡ATENCION! El último dia de la marcha, (es mas seguro el dia miercoles) varios jovenes saldremos de madrugada para acompañar a los marchistas en su ultimo tramo a La Paz.
La reunion para la informacion y coordinacion sera el dia martes 18 de octubre, a las 7:00 pm, en la vigilia de San Francisco.
¡Más de cincuenta dias fuera de su hogar, los pueblos de las tierras bajas en pie de lucha en defensa de su tierra y territorio!
¡Los jovenes ( y todo el que asi se sienta) apoyemos la marcha, marchando!
¡Vamos a la marcha el dia miercoles!
Nota.- si estas de acuerdo por favor reenvíen a sus contactos!
Contacto: Aliser_q@hotmail.com (se le responderá inmediatamente)
Marcha Indígena: “Nuestro país está ahorita consciente”
La Octava Marcha Indígena llegó a la comunidad de Pongo, a 37 kilómetros de la plaza Murillo, donde esperan encontrarse con el presidente Evo Morales para aclarar varios temas, como aseguraron las y los marchistas. Hoy recorrieron uno de los tramos más difíciles de los últimos dos meses, con mucho viento frío y una lluvia que acompañó cada paso de los 2600 hombres y mujeres. Apenas se mostró el sol cuando entraron al campamento, luego del mediodía. Estarán en la ciudad de La Paz posiblemente este miércoles, cuando exigirán al Gobierno nacional respeto a los territorios y a los derechos de los 36 pueblos indígenas de Bolivia.
“Buenos días a la población boliviana, a la población paceña, agradecerles por este gran apoyo, esta gran solidaridad. Decirles que la marcha salió a las ocho de la mañana desde Chuspipata, con destino a la localidad de Pongo, donde vamos a armar nuestro campamento. Estamos caminando a pesar de las inclemencias del tiempo, eso no nos ha parado. Ayer nos ha parado el auto de buen gobierno y hoy hemos empezado a caminar. Queremos decirle al pueblo paceño que nos acercamos a la sede de Gobierno, donde creemos que el Gobierno nos está esperando”, dijo Fernando Vargas Mosúa, presidente de la Subcentral de comunidades del Territorio Indígena Parque Nacional Isiboro Sécure (TIPNIS), por donde Morales pretende hacer pasar una carretera sin haber consultado previamente a los propietarios de su millón de hectáreas: los pueblos Chimán, Mojeño y Yuracaré. Este reclamo es el primero de los 16 que ya conoce el Órgano Ejecutivo.
“La población que nos apoya no lo hace porque tiene pena de que estamos marchando, sino porque sabe que la marcha es en defensa del medio ambiente, en defensa de la naturaleza, en defensa de los territorios indígenas, de las áreas protegidas, pero también en defensa de la vida de los pueblos indígenas, y tomando en cuenta que los pueblos indígenas somos parte de este Estado Plurinacional”, dijo Vargas.
La octava marcha avanzó 22 kilómetros bajo una lluvia que duró todo el trayecto. Casi siempre, la niebla sólida impedía ver el final de la marcha o su principio. Algunos marchistas se refieren a la larga columna como si fuera una boa entre los caminos de las montañas andinas.
Descansaron media hora en Unduavi, donde fueron recibidos con aplausos y palabras de aliento. Tenían preparado para las y los marchistas bolsitas cargadas con té de coca, que bebieron rápido porque estaba caliente y porque ayudaría a calmar los dolores de la altura, presentes en la mayoría de caminantes de tierras bajas.
“Estamos optimistas de que una vez llegados a La Paz, el propio Presidente nos tiene que recibir. Nos tiene que atender, porque no es un favor que le estamos pidiendo, sino que tiene la obligación de atender a todas las demandas de la marcha. Si vale el término, estaríamos salvándolo de su propio discurso que realiza en el plano internacional, pues a nivel nacional queremos que él cumpla su discurso, respetando a la Madre Tierra, respetando a la biodiversidad, al medio ambiente, a los derechos de los pueblos indígenas y del pueblo boliviano. Pero por sobre todas las cosas, el cumplimiento de la Constitución, las leyes y los convenios internacionales suscritos por Bolivia”, dijo Vargas, que iba al frente de la marcha junto a dos hermanos con las banderas del Patujú, emblema de esta movilización.
Muchas flotas con destino a los Yungas tocaban bocina, las y los ocupantes sacaban las manos para saludar, les tomaban fotos. “¡Hola! ¡Hola!”, respondían los marchistas aludidos. Las figuras de quienes marchaban y sus banderas se reflejaban en el asfalto mojado de la carretera.
Varias movilidades venidas de La Paz paraban donde empezaba la marcha para ofrecer todo tipo de donaciones. Los indígenas pedían respetuosamente que se les llevaran hasta Pongo, donde se detendrían, para no cargar tantos bultos mientras caminaban. Una familia les regaló bolsas y bolsas de pilfrut. Antes de que se los acabaran, los guardias de la marcha reiteraban: “Prohibido botar la basura a la carretera”.
“Si el Gobierno tiene voluntad, inmediatamente debe promulgar la ley (de protección de TIPNIS) que hemos elaborado, porque sólo de esa manera garantizamos atención a nuestra demanda”, dijo Vargas, quien recuperó su sombrero oriental de cuero, perdido entre los palazos que le dieron los policías el 25 de septiembre pasado en Yucumo, Beni. Por ahora, se impuso en las cámaras de Diputados y Senadores una ley que propone hacer en el TIPNIS una consulta llamada cínicamente “previa”, porque las obras de la carretera Villa Tunari-San Ignacio de Moxos empezaron hace meses.
“Queremos decirle al Presidente que no siga mintiendo al pueblo. El resultado de las elecciones (de ayer) tiene que darle un mensaje de reflexión. Queremos decirle que rechazamos su ley corta, queremos que se suspenda la construcción de la carretera”, agregó el mojeño.
Las banderas de los pueblos indígenas y de Bolivia iban pesadas por el agua que cargaban y goteaban. Cada tanto, los marchistas que las llevaban tenían que detenerse para escurrirlas. Llamados a la reflexión dirigidos a Morales fueron enviados por varios indígenas, ante el visible fracaso electoral de este domingo, cuando el voto nulo alcanzó el 50 por ciento, según datos extraoficiales. Porque el Gobierno aún no se atreve a decir los números de la primera elección judicial.
“La población en estas elecciones responde a lo que el 25 de septiembre ha sucedido, cuando casi languidecen los derechos constituidos. Tuvimos una respuesta represora, dictatorial, a nuestras demandas y al ejercicio de los derechos fundamentales. El pueblo boliviano está viendo y haciéndole notar al Gobierno que no estamos de acuerdo con vivir bajo un régimen totalitario, con una dictadura en plena democracia, con vulneración de leyes y derechos del pueblo boliviano”, dijo el presidente de las comunidades TIPNIS. Opiniones similares había entre los demás marchistas.
“El Presidente y todos los que están en el Gobierno se lo han buscado. El Gobierno debería ser más consciente y no solamente dedicarse a un sector, sino a todo el país, porque nuestro país está ahorita consciente. Él debería más bien apoyar, buscar aliados, estar entre la población, porque no lo han elegido solamente los cocaleros, sino todo el país, los que vivimos aquí”, dijo el guaraní Jorge Mendoza, vicepresidente de la Comisión Política de la marcha.
“Queremos que se cumpla con nuestra plataforma de demandas. Uno es que el Gobierno diga de una vez que la carretera del TIPNIS va a ser desviada por otro lugar. En el tema del parque nacional Aguaragüe, pedimos que se paralice la actividad que hace ilegalmente, porque nos han confirmado ya que Petroandina está destruyendo prácticamente al Aguaragüe. Parece que el Gobierno está a favor de esta empresa”, dijo el guaraní, quien espera hablar en La Paz con Morales.
Hoy la Policía Nacional informó que iba a custodiar a la octava marcha en su entrada a La Paz, tal vez como una manera de lavar su deteriorada imagen, luego de que apalearan a mujeres, niños, hombres y ancianos marchistas en Yucumo. Desde Pongo, las y los indígenas dijeron que prefieren una guardia ciudadana.
"Lo importante será que los ciudadanos paceños y de otros puntos el país hagan un cordón humano. Agradecer a la Policía, pero no estamos bien para mirarles el rostro, hay heridas profundas que tienen que cicatrizar" dijo el tacana Adolfo Chávez, presidente de la Confederación de Pueblos Indígenas de Bolivia (CIDOB).
“Dejemos que la marcha llegue a la sede de Gobierno para aclarar con el Presidente muchas cosas pendientes”, dijo Chávez. Entre otros puntos, debatirán sobre las acusaciones hechas por funcionarios de su gabinete en medios de comunicación, como forma de desprestigiar a la marcha. Finalmente quedó desprestigiado el Gobierno, porque no pudo comprobar ni una de la larga lista de imputaciones formuladas a los indígenas movilizados.
Los caminantes llegaron a Pongo a las 14, con hambre, cansados y algunos enfermos. Allí esperaban dos ambulancias y dos salas de salud móviles, donde fueron atendidos varios marchistas afectados por el trayecto y su clima. Empleados del gobierno municipal de La Paz armaron amplias carpas para albergar a las y los indígenas. La misma autoridad determinó que los acompañe un camión cisterna cargado de agua. Y la guardia municipal paceña (“los frutillas”) los escoltó en motos. Aunque agradecen estos gestos, en la octava marcha saben que el Movimiento Sin Miedo (MSM), gobernante en la ciudad, está peleado con el Movimiento Al Socialismo (MAS), de Morales. Por ello los indígenas prefieren mantenerse aparte de los cálculos de políticos tradicionales renegados u opositores al partido que actualmente ocupa el Palacio Quemado.
También hay en la marcha estudiantes de varias universidades que se acercaron con donaciones o con ganas de caminar con las y los indígenas.
Tata Agapito
Los 3600 metros sobre el nivel del mar de Pongo son muy normales para tata Agapito Loayza Fernández, del Consejo Nacional de Ayllus y Markas del Qullasuyu (CONAMAQ), a diferencia del padecer de los marchistas amazónicos. “En julio, CIDOB y CONAMAQ han acordado hacer la marcha para defender al TIPNIS. El 15 de agosto partimos de Trinidad y aquí estamos, pese a que el Gobierno nos ha masacrado el 25 de septiembre brutalmente. Ha sido una pena y una tristeza: pensaron los masistas que estaban desbaratando a la marcha de los pueblos indígenas. Al contrario, nos hemos recuperado. Hoy estamos con una fuerza más poderosa que nunca para llegar a La Paz. Y ahí veremos quién es quién. Es muy triste que el mundo sepa que patearon a niños y mujeres indefensos”, dijo Loayza, que es de Nor Chichas, en Potosí.
“Después de las elecciones de ayer, creo que ni el mortero va a poder atajarnos, porque hay fuerza. Es una decisión unánime de todas las hermanas, los jóvenes, los niños que están aquí, casi a horas de llegar a La Paz, con ansia de que el pueblo boliviano nos vea venir marchando, que vea que a pesar de que nos han masacrado y todo lo que hemos sufrido, estamos vivos y salvos”, agregó el quechua.
“Yo ya había marchado dos veces con CONAMAQ, desde Calamarca y desde Caracollo hasta la ciudad de La Paz. Ahora quería estar en la marcha de los pueblos indígenas del oriente. Y me hice en este tiempo de hartos conocimientos, que voy a transmitir a mis hijos, a mis parientes y a mi comunidad, mi ayllu”, dijo Loayza, de 60 años.
Mañana, la marcha piensa avanzar hasta la Cumbre, a 4700 metros sobre el nivel del mar. Allí harán rituales propios, para que les vaya bien en la ciudad y para agradecer. En este sitio armarán su campamento para entrar a La Paz el miércoles.
(Comisión de Comunicación de la Octava Marcha Indígena)
domingo, 16 de octubre de 2011
sábado, 15 de octubre de 2011
Marcha Indígena: “La presión del pueblo va a ser importante”
La Octava Marcha Indígena llegó ayer a la comunidad de Chusquipata, a 54 kilómetros de la ciudad de La Paz, donde permanecerá hasta que pasen las elecciones del Órgano Electoral, mañana. En los últimos días se sumaron indígenas de todo el país, por lo que la movilización ya cuenta con 2.500 caminantes. Calculan llegar el martes a su destino, donde esperan tener el apoyo de la población para que el Gobierno nacional comience a respetar multitud de artículos de la Constitución, entre los que se encuentran los derechos de los 36 pueblos indígenas. “Para conseguir nuestro objetivo la presión del pueblo va a ser importante, no solamente la presión de la marcha. Es lo que pensamos. No vamos a agredir a nadie, solamente vamos a marchar como venimos haciendo, en forma pacífica, y lo vamos a seguir haciendo hasta conseguir lo que queremos”, dijo Ernesto Sánchez Meruvia, secretario de Economía y Desarrollo de la Confederación de Pueblos Indígenas de Bolivia (CIDOB), que inició esta protesta junto con el Consejo Nacional de Ayllus y Markas del Qullasuyu (CONAMAQ).
“Ya vamos 60 días de marcha, dos meses. La verdad es que después de lo que sucedió el 25 de septiembre ahí, cerca de Yucumo, nos ha fortalecido. Porque el primer día o el segundo día parecía que estábamos todos desanimados, pero al tercero los hermanos ya aparecieron, entonces nos concentramos, nos dimos fuerzas ambos y vimos que la cosa era mucho más mejor para seguir adelante. Ahora, como usted ve ya somos 2500, hay aquí mucha fuerza y ansias por llegar y hacer escuchar al Gobierno los propósitos que nos ha llevado a hacer este planteamiento. Por eso le digo, hermano, que siempre hay debilidad, pero después hay fortalezas. Y nosotros encontramos fortaleza después de lo que nos hicieron los policías mandados por este Gobierno”, dijo Sánchez, del pueblo Mojeño.
“Nosotros tenemos la seguridad de que no solamente los 2500 marchistas nos estamos respaldando, sino que también están con nosotros los nueve departamentos, la población boliviana y también de otros países, que nos mandan mensajes de respaldo y que ven justo al planteamiento que estamos llevando. Más nos sentimos fortalecidos al ver esa masa grande con esa fuerza, que está con ganas de luchar y seguir adelante”, agregó.
“Tenemos la certeza de que nos apoyan los hermanos de la COB (Central Obrera Boliviana), el pueblo de La Paz, la FEJUVE (Federación de Juntas Vecinales) de El Alto, y los mineros. Vamos a hacer de forma conjunta el pliego petitorio para que este Gobierno nos escuche”, dijo el dirigente de la CIDOB. El martes, cuando posiblemente lleguen a La Paz, las y los marchistas desean entrar a la plaza Murillo. La incógnita es si el presidente Evo Morales lo permitirá o si plantará en cada calle de entrada hartos policías, resguardados por vallas y cadenas, como hizo en todas las protestas ciudadanas en solidaridad con la octava marcha.
“Nuestra marcha es pacífica, no vamos a entrar con cohetes, no vamos con dinamita, no vamos con nada. Queremos llegar, dar por lo menos una vuelta a la plaza, para después concentrarnos donde vamos a estar y discutir los puntos que vamos a llevar al Gobierno”, comentó Sánchez.
El Gobierno nacional hizo aprobar en la Cámara de Diputados y de Senadores su proyecto de ley de defensa del TIPNIS, que más bien pretende legalizar las acciones de Órgano Ejecutivo de Morales, opuestas a la Constitución y a convenios internacionales con estatus de ley en Bolivia. Solo falta la firma del Presidente para formalizar su intención de hacer una consulta posterior a los pueblos indígenas del Territorio Indígena Parque Nacional Isiboro Sécure (TIPNIS) sobre si quieren o no la carretera que ya está en construcción. Además, esta consulta posterior (cuando según la Constitución debiera ser previa) se realizará solamente sobre el tramo dos -el que pasaría por el TIPNIS- como si la carretera Villa Tunari-San Ignacio de Moxos fuera tres carreteras en vez de una. A pesar de todo, Sánchez cree el Gobierno todavía puede dejar esa ley en nada.
“Pues no la promulgaron todavía porque tienen un poco de temor. Si no, lo habrían hecho ya. No estamos de acuerdo con esa ley porque a la propuesta que nosotros habíamos planteado, ellos (los legisladores del Movimiento Al Socialismo -MAS) la han cambiado en muchos temas. Si la iban a aprobar como les diera la gana, si no iban a respetar lo que nosotros pedimos ¿para qué entonces hacer tanto trabajo? Nosotros no estamos de acuerdo con esa ley de ellos. A esto se suma que la población no está de acuerdo con las elecciones del domingo, eso lo sabe el Presidente. Ese es el temor que él tiene, si no a la ley ya la habría promulgado. Vamos a tener que discutir sobre esta normativa en la ciudad de La Paz”, dijo Sánchez.
Su pie izquierdo de don Fernando
La marcha llegó ayer a la comunidad de Sacramento, luego de caminar 22 kilómetros. Pero como el lugar ofrece muy pocas comodidades y un vasto acantilado, varias regionales avanzaron ocho kilómetros más hasta Chusquipata, donde el terreno es más amplio pero hace muchísimo frío. Allí se reunirá hoy toda la marcha. Allí también pasarán el domingo de elecciones.
Días atrás, el presidente del Tribunal Supremo Electoral, Wilfredo Ovando, dijo que no iba trasladar ánforas hasta donde se encontraba la marcha para que votaran las y los indígenas. Ayer, el mismo Ovando aseguró a la guaraní Nelly Romero, vicepresidenta de la CIDOB, que sí enviaría urnas a Chusquipata. El único problema ahora es que gran parte de los marchistas quedó descarnetizado, luego de que la Policía Nacional destruyera todos sus papeles en la represión del 25 de septiembre.
“Nosotros no tenemos ninguna preocupación. Quien debe estar preocupado es el Órgano Electoral, porque el Gobierno nacional fue quien nos asaltó. La Policía actuó como delincuente, quitando documentaciones y quemándolo todo. Ahora el Órgano Electoral debe ver la manera de resolver lo que el mismo Estado nos hizo el 25 de septiembre”, dijo Fernando Vargas Mosúa, presidente de la Subcentral de comunidades del TIPNIS.
En la tarde de ayer, Vargas acudió a una doctora para hacerse curar el pie con el que casi no puede caminar, herido por los kilómetros y kilómetros de esfuerzo. En la misma situación están gran parte de los marchistas, sobre todo los 1000 que caminan desde la Amazonía. Las enfermedades respiratorias y digestivas abundan entre las y los indígenas de todas las edades.
En la comunidad de Sacramento, tan poco espacio tenían los marchistas que habían armado sus carpas incluso sobre el camino, que es una cornisa muy delgada. Ahí también estaban las bolsas y bolsas con donaciones enviadas por el pueblo de La Paz. Y también pululaban cientos de indígenas, con lo que “El camino de la muerte”, como le dicen a la carretera antigua a La Paz, se había convertido en una peatonal. Muy poca gente usa esta vía de un solo carril: turistas extranjeros que pasan en enjambre y en bicicleta; más la última incorporación, el regreso de las movilidades con agentes de Inteligencia adentro, demasiado visibles en un paisaje tan verde y solitario. Las y los marchistas no los veían desde Yucumo, cuando les cayó la represión policial.
“Todos los días nos está siguiendo el equipo de Inteligencia del Gobierno. No sé qué es lo que quieren ¿O quieren nuevamente intervenir la marcha? Si es así, deberían de hacerlo de una vez”, dijo Vargas. Al parecer, el nuevo ministro de Gobierno, Wilfredo Chávez, está dispuesto a repetir los errores que costaron el cargo a su antecesor, Sacha Llorenti.
“Ya sea que esté Sacha o Wilfredo, quien sigue estando siempre atrás de nosotros es Boris Villegas (director de Régimen Interior del Ministerio de Gobierno) que seguro es quien manda acá al equipo de Inteligencia y todavía sigue riéndose en su cargo. Él fue quien dirigió todo el asalto a la marcha del 25 de septiembre, pero no ha pasado absolutamente nada con él”, afirmó el presidente de las comunidades del TIPNIS.
Tan húmeda es esta zona que sobre el fino camino caen periódicamente vertientes de las montañas, que las y los marchistas usan para bañarse. También caen arbustos para trancar la única vía. Las y los indígenas se recomiendan no acercarse al borde, porque cede fácilmente y parecen no tener fin los precipicios, que configuran el paisaje yungueño.
Desde la marcha informaron que se incorporaron hermanas y hermanos del TIPNIS, del CONAMAQ, de la Asamblea del Pueblo Guaraní (APG), del Gran Consejo Chimán, de la Organización Indígena Chiquitana (OICH), de la Central de Organizaciones del Pueblo Nativo Guarayo (COPNAG), entre otros, más ciudadanos de todo el país, como el grupo de estudiantes de la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA), quienes andan con su micro propio.
“Hartísimos somos y sentimos el apoyo de toda la población. Creo que vamos a llegar a La Paz y el Gobierno tendrá que atendernos pues. Si no nos atiende, como pueblos indígenas y como marchistas vamos a tener que tomar acciones hasta tener resultados, hasta que se nos atiendan los 16 puntos”, dijo Jenny Suárez, presidenta de la Comisión de Marcha. La dirigenta del pueblo Yuracaré estimó que de aquí al martes, cuando llegarían a la sede de Gobierno, las y los marchistas mejorarán su salud.
Quizás hasta esa fecha las y los amazónicos puedan adaptarse a los 4000 metros sobre el nivel del mar en que se ubica la ciudad donde concluirá la movilización indígena. Y donde empezará otra protesta, encabezada por los pueblos de la CIDOB, del CONAMAQ; por maestros, obreros, mineros, estudiantes, vecinos y la población solidaria con las y los marchistas que iniciaron su caminata el 15 de agosto pasado en la ciudad de Trinidad, capital de Beni.
La próxima parada de la marcha sería en la comunidad de Pongo, a 33 kilómetros de la plaza Murillo. A partir de ahí deberán atravesar el frío extremo de la Cumbre, a 4600 metros sobre el nivel del mar.
“Nosotros, los indígenas de las tierras bajas, no estamos acostumbrados a la altura y a este clima; estamos acostumbrados al clima caliente. Por eso ahora estamos bastante enfermos, con dolor de oídos, con problemas de presión, más que todo. Hay bastantes enfermos, lamentablemente la mayoría son niños”, dijo bien enchompada Suárez, una de los 15 mil indígenas dueños del TIPNIS. Esta área protegida de más de un millón de hectáreas es territorio ancestral de los pueblos Yuracaré, Mojeño y Chimán, como dice el título de propiedad entregado por este Gobierno en 2009. En esa ocasión, Morales les había dicho en un acto público a los habitantes del TIPNIS que debían defenderlo de quienes quisieran destruirlo, así también hacer valer sus derechos. Muchos “tipnistas y tipnólogos”, como ahora los llama Morales con problemas de pronunciación, solamente obedecen a ese consejo presidencial de 2009.
Son dos meses en que las y los marchistas sufrieron todo lo sufrible: hambre, sueño, frío, calor, enfermedades; apaleamiento y gasificación, extrañas detenciones y traslados por parte de los policías mandados por el Gobierno nacional; el deceso de tres hermanos que participaban de la protesta. Pero ahora para muchos el dolor más grande es estar lejos de sus familias y de sus casas.
“En mi comunidad tengo a mi hija, a mi esposo, tengo mi familia y eso implica bastantes responsabilidades. A pesar de eso estoy como mujer luchando para que los territorios y los derechos sean respetados. Porque si ahora no los hacemos respetar, olvidémonos de que nuestros y hijos nuestros nietos van poder vivir libremente, gozando del TIPNIS”, dijo Suárez.
(Comisión de Comunicación de la Octava Marcha Indígena)
“Ya vamos 60 días de marcha, dos meses. La verdad es que después de lo que sucedió el 25 de septiembre ahí, cerca de Yucumo, nos ha fortalecido. Porque el primer día o el segundo día parecía que estábamos todos desanimados, pero al tercero los hermanos ya aparecieron, entonces nos concentramos, nos dimos fuerzas ambos y vimos que la cosa era mucho más mejor para seguir adelante. Ahora, como usted ve ya somos 2500, hay aquí mucha fuerza y ansias por llegar y hacer escuchar al Gobierno los propósitos que nos ha llevado a hacer este planteamiento. Por eso le digo, hermano, que siempre hay debilidad, pero después hay fortalezas. Y nosotros encontramos fortaleza después de lo que nos hicieron los policías mandados por este Gobierno”, dijo Sánchez, del pueblo Mojeño.
“Nosotros tenemos la seguridad de que no solamente los 2500 marchistas nos estamos respaldando, sino que también están con nosotros los nueve departamentos, la población boliviana y también de otros países, que nos mandan mensajes de respaldo y que ven justo al planteamiento que estamos llevando. Más nos sentimos fortalecidos al ver esa masa grande con esa fuerza, que está con ganas de luchar y seguir adelante”, agregó.
“Tenemos la certeza de que nos apoyan los hermanos de la COB (Central Obrera Boliviana), el pueblo de La Paz, la FEJUVE (Federación de Juntas Vecinales) de El Alto, y los mineros. Vamos a hacer de forma conjunta el pliego petitorio para que este Gobierno nos escuche”, dijo el dirigente de la CIDOB. El martes, cuando posiblemente lleguen a La Paz, las y los marchistas desean entrar a la plaza Murillo. La incógnita es si el presidente Evo Morales lo permitirá o si plantará en cada calle de entrada hartos policías, resguardados por vallas y cadenas, como hizo en todas las protestas ciudadanas en solidaridad con la octava marcha.
“Nuestra marcha es pacífica, no vamos a entrar con cohetes, no vamos con dinamita, no vamos con nada. Queremos llegar, dar por lo menos una vuelta a la plaza, para después concentrarnos donde vamos a estar y discutir los puntos que vamos a llevar al Gobierno”, comentó Sánchez.
El Gobierno nacional hizo aprobar en la Cámara de Diputados y de Senadores su proyecto de ley de defensa del TIPNIS, que más bien pretende legalizar las acciones de Órgano Ejecutivo de Morales, opuestas a la Constitución y a convenios internacionales con estatus de ley en Bolivia. Solo falta la firma del Presidente para formalizar su intención de hacer una consulta posterior a los pueblos indígenas del Territorio Indígena Parque Nacional Isiboro Sécure (TIPNIS) sobre si quieren o no la carretera que ya está en construcción. Además, esta consulta posterior (cuando según la Constitución debiera ser previa) se realizará solamente sobre el tramo dos -el que pasaría por el TIPNIS- como si la carretera Villa Tunari-San Ignacio de Moxos fuera tres carreteras en vez de una. A pesar de todo, Sánchez cree el Gobierno todavía puede dejar esa ley en nada.
“Pues no la promulgaron todavía porque tienen un poco de temor. Si no, lo habrían hecho ya. No estamos de acuerdo con esa ley porque a la propuesta que nosotros habíamos planteado, ellos (los legisladores del Movimiento Al Socialismo -MAS) la han cambiado en muchos temas. Si la iban a aprobar como les diera la gana, si no iban a respetar lo que nosotros pedimos ¿para qué entonces hacer tanto trabajo? Nosotros no estamos de acuerdo con esa ley de ellos. A esto se suma que la población no está de acuerdo con las elecciones del domingo, eso lo sabe el Presidente. Ese es el temor que él tiene, si no a la ley ya la habría promulgado. Vamos a tener que discutir sobre esta normativa en la ciudad de La Paz”, dijo Sánchez.
Su pie izquierdo de don Fernando
La marcha llegó ayer a la comunidad de Sacramento, luego de caminar 22 kilómetros. Pero como el lugar ofrece muy pocas comodidades y un vasto acantilado, varias regionales avanzaron ocho kilómetros más hasta Chusquipata, donde el terreno es más amplio pero hace muchísimo frío. Allí se reunirá hoy toda la marcha. Allí también pasarán el domingo de elecciones.
Días atrás, el presidente del Tribunal Supremo Electoral, Wilfredo Ovando, dijo que no iba trasladar ánforas hasta donde se encontraba la marcha para que votaran las y los indígenas. Ayer, el mismo Ovando aseguró a la guaraní Nelly Romero, vicepresidenta de la CIDOB, que sí enviaría urnas a Chusquipata. El único problema ahora es que gran parte de los marchistas quedó descarnetizado, luego de que la Policía Nacional destruyera todos sus papeles en la represión del 25 de septiembre.
“Nosotros no tenemos ninguna preocupación. Quien debe estar preocupado es el Órgano Electoral, porque el Gobierno nacional fue quien nos asaltó. La Policía actuó como delincuente, quitando documentaciones y quemándolo todo. Ahora el Órgano Electoral debe ver la manera de resolver lo que el mismo Estado nos hizo el 25 de septiembre”, dijo Fernando Vargas Mosúa, presidente de la Subcentral de comunidades del TIPNIS.
En la tarde de ayer, Vargas acudió a una doctora para hacerse curar el pie con el que casi no puede caminar, herido por los kilómetros y kilómetros de esfuerzo. En la misma situación están gran parte de los marchistas, sobre todo los 1000 que caminan desde la Amazonía. Las enfermedades respiratorias y digestivas abundan entre las y los indígenas de todas las edades.
En la comunidad de Sacramento, tan poco espacio tenían los marchistas que habían armado sus carpas incluso sobre el camino, que es una cornisa muy delgada. Ahí también estaban las bolsas y bolsas con donaciones enviadas por el pueblo de La Paz. Y también pululaban cientos de indígenas, con lo que “El camino de la muerte”, como le dicen a la carretera antigua a La Paz, se había convertido en una peatonal. Muy poca gente usa esta vía de un solo carril: turistas extranjeros que pasan en enjambre y en bicicleta; más la última incorporación, el regreso de las movilidades con agentes de Inteligencia adentro, demasiado visibles en un paisaje tan verde y solitario. Las y los marchistas no los veían desde Yucumo, cuando les cayó la represión policial.
“Todos los días nos está siguiendo el equipo de Inteligencia del Gobierno. No sé qué es lo que quieren ¿O quieren nuevamente intervenir la marcha? Si es así, deberían de hacerlo de una vez”, dijo Vargas. Al parecer, el nuevo ministro de Gobierno, Wilfredo Chávez, está dispuesto a repetir los errores que costaron el cargo a su antecesor, Sacha Llorenti.
“Ya sea que esté Sacha o Wilfredo, quien sigue estando siempre atrás de nosotros es Boris Villegas (director de Régimen Interior del Ministerio de Gobierno) que seguro es quien manda acá al equipo de Inteligencia y todavía sigue riéndose en su cargo. Él fue quien dirigió todo el asalto a la marcha del 25 de septiembre, pero no ha pasado absolutamente nada con él”, afirmó el presidente de las comunidades del TIPNIS.
Tan húmeda es esta zona que sobre el fino camino caen periódicamente vertientes de las montañas, que las y los marchistas usan para bañarse. También caen arbustos para trancar la única vía. Las y los indígenas se recomiendan no acercarse al borde, porque cede fácilmente y parecen no tener fin los precipicios, que configuran el paisaje yungueño.
Desde la marcha informaron que se incorporaron hermanas y hermanos del TIPNIS, del CONAMAQ, de la Asamblea del Pueblo Guaraní (APG), del Gran Consejo Chimán, de la Organización Indígena Chiquitana (OICH), de la Central de Organizaciones del Pueblo Nativo Guarayo (COPNAG), entre otros, más ciudadanos de todo el país, como el grupo de estudiantes de la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA), quienes andan con su micro propio.
“Hartísimos somos y sentimos el apoyo de toda la población. Creo que vamos a llegar a La Paz y el Gobierno tendrá que atendernos pues. Si no nos atiende, como pueblos indígenas y como marchistas vamos a tener que tomar acciones hasta tener resultados, hasta que se nos atiendan los 16 puntos”, dijo Jenny Suárez, presidenta de la Comisión de Marcha. La dirigenta del pueblo Yuracaré estimó que de aquí al martes, cuando llegarían a la sede de Gobierno, las y los marchistas mejorarán su salud.
Quizás hasta esa fecha las y los amazónicos puedan adaptarse a los 4000 metros sobre el nivel del mar en que se ubica la ciudad donde concluirá la movilización indígena. Y donde empezará otra protesta, encabezada por los pueblos de la CIDOB, del CONAMAQ; por maestros, obreros, mineros, estudiantes, vecinos y la población solidaria con las y los marchistas que iniciaron su caminata el 15 de agosto pasado en la ciudad de Trinidad, capital de Beni.
La próxima parada de la marcha sería en la comunidad de Pongo, a 33 kilómetros de la plaza Murillo. A partir de ahí deberán atravesar el frío extremo de la Cumbre, a 4600 metros sobre el nivel del mar.
“Nosotros, los indígenas de las tierras bajas, no estamos acostumbrados a la altura y a este clima; estamos acostumbrados al clima caliente. Por eso ahora estamos bastante enfermos, con dolor de oídos, con problemas de presión, más que todo. Hay bastantes enfermos, lamentablemente la mayoría son niños”, dijo bien enchompada Suárez, una de los 15 mil indígenas dueños del TIPNIS. Esta área protegida de más de un millón de hectáreas es territorio ancestral de los pueblos Yuracaré, Mojeño y Chimán, como dice el título de propiedad entregado por este Gobierno en 2009. En esa ocasión, Morales les había dicho en un acto público a los habitantes del TIPNIS que debían defenderlo de quienes quisieran destruirlo, así también hacer valer sus derechos. Muchos “tipnistas y tipnólogos”, como ahora los llama Morales con problemas de pronunciación, solamente obedecen a ese consejo presidencial de 2009.
Son dos meses en que las y los marchistas sufrieron todo lo sufrible: hambre, sueño, frío, calor, enfermedades; apaleamiento y gasificación, extrañas detenciones y traslados por parte de los policías mandados por el Gobierno nacional; el deceso de tres hermanos que participaban de la protesta. Pero ahora para muchos el dolor más grande es estar lejos de sus familias y de sus casas.
“En mi comunidad tengo a mi hija, a mi esposo, tengo mi familia y eso implica bastantes responsabilidades. A pesar de eso estoy como mujer luchando para que los territorios y los derechos sean respetados. Porque si ahora no los hacemos respetar, olvidémonos de que nuestros y hijos nuestros nietos van poder vivir libremente, gozando del TIPNIS”, dijo Suárez.
(Comisión de Comunicación de la Octava Marcha Indígena)
viernes, 14 de octubre de 2011
miércoles, 12 de octubre de 2011
Marcha Indígena: “O no la carretera o no Evo”
Este miércoles, la Octava Marcha Indígena prevé caminar 38 kilómetros por la carretera antigua a La Paz, porque en este trayecto (turísticamente conocido como “Ruta de la Muerte”) hace menos frío y hay más agua que en la moderna vía pavimentada. Ayer, las y los marchistas descansaron en Yolosita, porque miles de pies quedaron lastimados tras las últimas jornadas de más de 30 kilómetros. Durante todo el día se dedicaron a recibir las atenciones del cercano pueblo de Coroico, pródigo en donaciones. Y comenzaron a llegar los mallkus y las mama t’allas del Consejo Nacional de Ayllus y Markas del Qullasuyu (CONAMAQ), quienes el lunes habían llegado a La Paz procedentes de una marcha iniciada en Oruro también para protestar contra la carretera que el gobierno de Evo Morales pretende hacer pasar por el Territorio Indígena Parque Nacional Isiboro Sécure (TIPNIS), principal cuestionamiento de este movimiento de los 36 pueblos.
En la madrugada de ayer, el Movimiento Al Socialismo (MAS) cometió otro error al aprobar en la Cámara de Diputados una ley corta para realizar a los indígenas del TIPNIS una consulta “previa” -que en honor a la verdad sería posterior- y así saber si se quiere o no la carretera de los sueños del Presidente. Ahora este proyecto de normativa se encuentra en la Cámara de Senadores, a la espera de su tratamiento.
“No nos vamos a cansar de repetirlo: con este proyecto de ley que ha sido aprobado en grande y en detalle por los diputados, el Presidente está cometiendo nuevamente errores, errores políticos y errores jurídicos. Digo ‘errores políticos’ porque otra vez se están haciendo pulsetas para ver hasta dónde aguantamos o para ver quién tiene poder. Y se cometen errores jurídicos porque con este proyecto de ley se están contraviniendo principios nacionales, convenios internacionales y las leyes bolivianas, pues”, dijo Fernando Vargas Mosúa, presidente de la Subcentral de comunidades del TIPNIS.
“Ahora el Gobierno nacional habla de una paralización temporal de la construcción del tramo dos. Aclararle nuevamente al pueblo boliviano que no existe el tramo dos. Existe aquí un solo proyecto, que se llama ‘Carretera Villa Tunari-San Ignacio de Moxos’. Si internamente la ABC (Administradora Boliviana de Carreteras) ha fraccionado el tramo, es un tema interno. Pero el proyecto que se aprueba es un solo proyecto, por lo tanto la ley que tenga que aprobarse tiene que anular todo este proceso, volver a foja cero, y si el Presidente quiere a partir de ahí hacer cumplir la Constitución, que desde ahí empiece nuevamente a aplicar la Constitución”, agregó.
“El día sábado habíamos pedido que ese proyecto de ley sea retirado de la agenda, porque lo consideramos inconstitucional. Ahora que la aprobaron, mantenemos nuestro rechazo y cuando lleguemos a La Paz vamos a pedir que se anule esta ley. Porque nuestra posición es bien clara: no a la carretera por el TIPNIS. Pueden hacerla bordeando al TIPNIS, esa es nuestra posición. Ahora al proyecto tendrían que rehacerlo o abrogarlo”, dijo tata Rafael Quispe Flores, mallku de Industrias Extractivas del CONAMAQ.
Yolosita
En Yolosita, 1200 indígenas se alojaron en el campamento de ArBol, paradójicamente una empresa constructora de carreteras. El gerente del lugar, un ciudadano argentino, les permitió la estadía luego de consultar a sus patrones en la ciudad de Buenos Aires. En este predio no hay un árbol ni por casualidad, el suelo es pedregoso como dicen que es la superficie de Marte. Para sumar irrealidad al panorama, entre las y los acampantes merodeaban los hombres de seguridad privada de ArBol. Su principal función era que nadie ajeno a la corporación ingresara a ciertos sectores exclusivos de los empleados.
Los marchistas con fuerzas para andar dieron unos pasos hasta el río para refrescarse. A algunos les causaba gracia que ahora los indígenas pararan en el campamento de una empresa vial, cuando en la época de San Borja (muchos kilómetros atrás) hacían de estos espacios su bunker los funcionarios del Ministerio de Gobierno como Boris Villegas más su séquito de policías y buzos.
Don Antonio Sotto Wasata estaba contento, con una cuchara rescataba del aceite trocitos de pollo que se habían recontra fritado en una gran sartén. “Mañana llega mi hijo, al que me habían apaleado los policías. Había ido a Trinidad para hacerse curar”, comentó. Así se engrosarán las filas de pueblo Canichana, con el regreso de uno de los tantos marchistas heridos por la represión policial del 25 de septiembre.
También llegaron al campamento 16 líderes quechuas y aymaras del CONAMAQ que habían marchado de Oruro a La Paz. Aseguraron que en los próximos días llegarán cientos más para mezclarse con los indígenas de la Confederación de Pueblos Indígenas de Bolivia (CIDOB), que reúne a 34 pueblos de oriente, Chaco y Amazonía.
Varias movilidades bajaron de Coroico, a 10 kilómetros del campamento, para descargar las donaciones de su población. Decenas de pollos, camionadas de plátano, leche, agua y medicamentos fueron distribuidos entre las y los marchistas.
“Muchos hermanos quedaron mal de salud, hay muchos enfermos luego de que empezamos a caminar 30 kilómetros por día. Nos afecta el clima, la lluvia, por eso hay muchos resfríos. Y los pies están llenos de ampollas y de lastimaduras”, diagnosticó Quispe. Ayer en el campamento muchos marchistas estuvieron todo el día acostados, con los pies heridos vendados.
La Octava Marcha Indígena espera llegar a La Paz este fin de semana. Cuando estén ahí, creen que puede darse “una movilización general con otros sectores, como los profesores y mineros. Ellos nos han pedido que lleguemos y resolvamos en conjunto qué hacer. Ellos nos proponen ir al todo o nada. O no la carretera o no Evo, es la consigna que están manejando”, dijo Quispe.
“Sabemos que la Alcaldía de La Paz prepara muchos actos para nuestra llegada, pero ellos (el Movimiento Sin Miedo -MSM) tienen otro show con los partidos políticos, su pelea con el MAS, todo eso. No nos vamos a prestar al juego de la derecha, por eso vamos a llegar a un lugar neutro. Nos han ofrecido la universidad y el coliseo de San Pedro, entre otros sitios. Vamos a analizarlo”, dijo el mallku.
“Es fundamental que entremos a la plaza Murillo. Evo Morales había dicho que no podía bajar a la marcha, dijo ‘que manden una comisión’. Le dijimos que queremos hablar todos, entonces nos dijo que fuéramos a La Paz. Deberíamos entrar a la plaza Murillo porque él nos dijo que sí y si no nos dejan entrar, pues no es coherente”, agregó.
Este domingo (16 de octubre) serán en Bolivia las elecciones para los magistrados del Órgano Judicial. Ahora el gobierno de Morales dice que los indígenas llegarán a La Paz para fregar sus comicios. “No pensamos perjudicar las elecciones, la sociedad civil va a movilizarse. Al margen de ello, para nosotros estas elecciones son ilegales e ilegítimas, porque la Constitución garantiza la presencia en cada tribunal de un indígena, cuya elección se realizará respetando las normas propias. Pero esta preselección realizada de modo colonialista no garantiza la presencia de un indígena, entonces para nosotros es una elección anticonstitucional”, dijo el aymara del CONAMAQ.
En la Asamblea
“Simplemente asumimos con gran responsabilidad el mandato que nos dieron a nosotros los hermanos marchistas. Hasta aquí consideramos haber cumplido a cabalidad ese mandato, sin embargo no hemos tenido la posibilidad de conseguir lo que hubiéramos querido, porque ya se ha aprobado el proyecto del Gobierno. (Los asambleístas indígenas) hemos tenido que hacer abandono del hemiciclo, poniendo en evidencia la manipulación que ha hecho el MAS, porque no escuchó las demandas de esta marcha. Entonces no podíamos continuar en la sesión porque no podemos traicionar la decisión del movimiento indígena”, dijo Pedro Nuni, legislador del pueblo Mojeño.
“Pese a la cruel y nefasta represión de la que hemos sido víctimas, el MAS sigue empeorando las cosas en vez de apaciguarlas. No estamos en condiciones de seguir aguantando de esta manera, con represión, con falta de atención, con una discriminación total. Antes de apoyarnos en nuestras demandas, nos acusan, nos insultan, situaciones que dejan mucho que desear en este país, en el cual se cree que se respeta el estado de derecho”, dijo Nuni.
“Lo que sí queda claro es que la marcha llegará a la ciudad de La Paz. Allí nos están esperando, están organizando un gran recibimiento. Por eso esta marcha se fortalece cada día más, para llegar a La Paz y no solamente sentarse con el Presidente en el Palacio de Gobierno, sino para que sean atendidas nuestras demandas, planteadas desde el 15 de agosto”, agregó el mojeño. Según él, Morales tendrá pocas opciones ante las y los marchistas.
“Tiene dos caminos: escuchar y atender a las demandas de los pueblos indígenas -que son la base fundamental del Estado Plurinacional- para defender a la Madre Tierra. De lo contrario, que se declare como una persona más de los partidos políticos tradicionales que han pasado por Bolivia. Nosotros, los pueblos indígenas y sus representantes, estamos del lado de nuestra organización, de nuestro pueblo. Eso es lo más importante para mí: prefiero quedar bien con el movimiento indígena antes que con un partido político de una estructura vertical, que solamente piensa en el poder y se emborracha con el poder. Y que lamentablemente deja de lado los principios fundamentales del verdadero proceso de cambio”, dijo Nuni.
(Comisión de Comunicación de la Octava Marcha Indígena)
lunes, 10 de octubre de 2011
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