jueves, 26 de abril de 2012

Novena Marcha: “Estamos de ida”




La Novena Marcha Indígena comenzará mañana en la ciudad de Trinidad con destino a La Paz. Más de 500 marchistas de todas las edades y pueblos deberán recorrer un camino que ya tiene cinco puntos de bloqueo funcionales al gobierno de Evo Morales, interesado en construir una carretera por medio del Territorio Indígena Parque Nacional Isiboro Sécure (TIPNIS). Los cortes de ruta, patrocinados por entidades afines al Movimiento Al Socialismo (MAS), pretenden no dejar pasar a la nueva movilización en defensa de los territorios y los derechos colectivos. Son parte de una amplia estrategia desplegada durante los últimos meses por el Gobierno nacional para atacar a los indígenas por todos los flancos. Pese a los obstáculos, comunarias y comunarios de Bolivia lograron reunirse en la capital de Beni para juntar fuerzas y salir a enfrentar los 600 kilómetros de adversidades hasta la plaza Murillo. 

“Esta tarde vamos a revisar la plataforma de demandas para incluir las del CONAMAQ, además vamos a trabajar en las comisiones de la Novena Marcha”, dijo el exmallku del Consejo Nacional de Ayllus y Markas del Qullasuyu Rafael Quispe Flores, quien también había participado junto a su familia de la Octava Marcha Indígena, hace nada más que seis meses.

El líder del pueblo Aymara contó que algunos hermanos han llegado hasta este mediodía por la vía de tierra que une a Trinidad con la ciudad de La Paz. “Han tenido que hacer transbordo y caminar por kilómetros en varias ocasiones, porque está cortado en Quiquibey, en La Embocada y en San Ignacio de Moxos –dijo Quispe-. Son cinco zanjas que hay cavadas alo largo de esta la carretera, iguales a las que habían hecho en Yucumo”, en agosto de 2011, cuando comenzó la Octava Marcha.

El Gobierno nacional se empeña en decir públicamente que está garantizado el paso de la Novena Marcha y como prueba de ello esgrime un papel con los sellos de goma de algunos acólitos ignacianos del MAS. Dice que han ordenado a la Policía Nacional intervenir los bloqueos para permitir el paso de los indígenas de la Confederación de Pueblos Indígenas de Bolivia (CIDOB) y del CONAMAQ, además de las organizaciones urbanas comprometidas en la defensa del TIPNIS. Pero las y los marchistas reunidos en Trinidad ya no pueden creer en las palabras del Gobierno nacional ni en su Policía, porque los conocen a ellos, a sus cintas masking, a sus garrotes, a sus aviones. 

“Pese al acoso, pese al amedrentamiento, pese al chantaje del Estado estamos firmes en la lucha. Pese al acuerdo del Gobierno nacional con las regionales de las organizaciones indígenas, las bases han rebasado a sus dirigentes. Esta lucha no es solamente de los pueblos indígenas, es de todas las bolivianas y bolivianos que no están satisfechas con la forma de gobierno de Evo Morales. Esta lucha va más allá de la defensa del TIPNIS”, dijo el tata Rafael. Anoche llegaron a la terminal de buses de Trinidad 50 integrantes del CONAMAQ, más algunas y algunos jóvenes paceños aliados de los originarios. Descargaron bolsas de yute con papas, garrafas, campings. Se alojaron en la sede de Caritas, adonde se reúnen quienes llegan. Hoy vinieron otras delegaciones que se suman a las de guarayos, guaraníes y quechuas que, entre otros, ya están listos para empezar la movilización. Tendrían que estar marchando desde ayer y desde Chaparina, cerca de Yucumo, donde el Gobierno nacional reprimió brutalmente a la Octava Marcha, el 25 de septiembre de 2011. Por este caso, que judicialmente no avanza, no hay acusados ni responsables ni interés gubernamental en señalar quiénes son.

Mañana la marcha se dirigirá hacia San Ignacio de Moxos, donde recalaría una de las puntas de la carretera que iría hasta Villa Tunari, en el trópico de Cochabamba. Este pueblo mojeño está a 90 kilómetros de Trinidad. Quienes integran la Novena Marcha esperan que hasta llegar allí (en cuatro o cinco días) “acumulemos más fuerza para poder pasar. Es un trayecto largo y hay tiempo”, se mostró confiado el exmallku del CONAMAQ.

El CODELCAM (Consejo Nacional del Cambio, un avatar del MAS) realizó el martes pasado una marcha con cuatro cuadras de gente supuestamente a favor de la carretera. Debía haber alguna gente convencida de querer la carretera, también había empleados de la gobernación que arreaban a vecinos, mototaxistas que –según declararon- habían cobrado 150 bolivianos para desfilar por la avenida Pedro Ignacio Muiba, saludar a la modelo /funcionaria del Estado Plurinacional Jessica Jordan y, para los pocos que quedaron, escuchar unos discursos cargados de sinsentidos y regionalismos avinagrados.

Desde la tarima, los que marcharon a favor de la carretera y contra el TIPNIS exigieron “identificar a quienes se oponen al desarrollo”, como si alguna persona tuviera la vocación de “oponerse al desarrollo” porque sí. Los “malos benianos”, como si uno debiera tener una determinada moral por pertenecer a un pueblo X. Si existiera tal cosa, los “enemigos del progreso” estaban ahí a media cuadra de ellos, con sus banderas del Patujú, frente a la Catedral, donde algunos “malos benianos” dejaban paquetes de arroz y plátanos para que se vayan de marcha otra vez a La Paz. Se irían de nuevo “a hacer turismo”, como les dijo el Presidente el año pasado. Y al fin para los indígenas había sido un tour de garrotazos y secuestros estatales.

“Las carreteras son como la sangre que fluye por las venas”, salieron por los enormes parlantes las palabras imbuidas de lirismo obsceno, dichas por un dirigente vecinal del MAS. “Beni ya no quiere retraso”, como si alguna vez Beni hubiera decidido ser “retrasado”.

La mayoría de las regionales de la CIDOB prefirió no participar de la Novena Marcha, en atención a los papeles firmados con el Gobierno para desarticular al movimiento indígena. De todos modos, las bases, subcentrales y representantes de TCO (territorios comunitarios de origen) de todo el país siguen llegando a Trinidad. Mientras esperan a la hora de partida, algunos que estuvieron en la Octava Marcha recuerdan los discursos fogosos de ciertos dirigentes contra el Gobierno del MAS. Esos mismos dirigentes ahora se ponen sus vestidos típicos para compartir escenario con el presidente Morales ataviado con sombrero de saó.



Del TIPNIS


“Vengo de la comunidad Villa Fátima del Sécure, en el TIPNIS. Estamos por acá ahorita para continuar la marcha para defender nuestros territorios. Estamos de ida a buscar cómo solucionar los problemas con nuestro territorio, para que nos escuche el Gobierno y que la carretera no pase por el corazón del TIPNIS. Pedimos que respete la ley, no queremos la ley 222 de Consulta, queremos que se respete nuestro territorio”, dijo don Hilario Noe, con su caneco y su plato en mano, cerca de la olla común organizada en la Central de los Pueblos Étnicos Mojeños del Beni (CPEMB).

“No he ido a la Octava Marcha, pero en la Novena voy a participar. A la Octava no vine porque estaba enferma mi señora, igual de mi comunidad ninguno ha ido a la Octava Marcha. Ahora nos hemos venido unas cinco personas. Sí estuve en la primera marcha, la del 90, cuando fuimos a La Paz y conseguimos el título de nuestro territorio”, dijo el comunario, que viajó tres días por ríos hasta llegar a Trinidad.

“El Presidente no respeta la ley 180 (de Protección del TIPNIS, lograda por la Octava Marcha). Él mismo aprobó la ley y ahora, como se dice, está violando esa ley. Estamos de ida pa’ que respete lo que hizo primero”, dijo el mojeño.

Fernando Román es corregidor de Nueva Lacea, junto al río Sécure del TIPNIS. Estaba con su familia bajo un bibosi en puerto Varador, a diez kilómetros de Trinidad, esperando a vender algunas canoas de palo maría. “Hemos venido en dos días y medio, medio a motor, medio a remo, con mi esposa y estos son mis hijos que tengo”, dijo la autoridad. Y comentó que no había venido a la Octava Marcha porque en su comunidad no llegaron a tener conocimiento de que se iba a hacer.

El presidente de la Subcentral TIPNIS, Fernando Vargas Mosúa, quien lideró la Octava Marcha, se encuentra en reposo por una enfermedad que podría ser Dengue. Por este motivo no participaría del inicio de la movilización, sino que se sumaría cuando su salud se lo permitiera. Laida Núñez, vicepresidenta de esta subcentral, dijo que hasta mañana al mediodía llegarían 100 originarios del TIPNIS. Y más allá del bloqueo de Quiquibey habría indígenas de la CPILAP (Central de Pueblos Indígenas de La Paz) que venían a marchar y todavía no pudieron pasar. Sin embargo, mañana a las 9 los que están comenzarán a concentrarse frente a la Catedral de Trinidad para asistir a una misa, realizar un ritual de los pueblos y de una vez partir.





Comisión de Comunicación de la Novena Marcha Indígena


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