Representantes del Gobierno
nacional, de las Naciones Unidas y de varias organizaciones campesinas e
indígenas se reúnen en la ciudad de Santa Cruz y próximamente en La Paz para las
“Jornadas sobre Derecho a la Consulta a los Pueblos Indígena Originarios en el
marco del Derecho Internacional”. En ellas, cuatro estudiosos de la materia
extranjeros socializan experiencias sobre la aplicación del derecho a la
Consulta en otros países. Para la Confederación de Pueblos Indígenas de Bolivia
(CIDOB) y el Consejo Nacional de Markas y Ayllus del Qullasuyu (CONAMAQ), este encuentro implica un nuevo intento del
presidente Evo Morales de dar legitimidad a la ley 222, con la que tratará de
construir la carretera Villa Tunari-San Ignacio de Moxos por el medio del
Territorio Indígena Parque Nacional Isiboro Sécure (TIPNIS).
Esta mañana, el presidente
Morales dijo en conferencia de prensa que la empresa brasileña OAS ya no
construiría la carretera Villa Tunari-San Ignacio de Moxos. Es su última
estrategia para lograr que las más de 60 comunidades del TIPNIS permitan el
tendido del asfalto por dentro de su propiedad. El presidente de la Subcentral
de ese territorio, Fernando Vargas Mosúa, dijo que el reciente anuncio
gubernamental “es una distracción. Lo
que debe hacer Morales es anular la ley 222, porque está viciada de nulidad”.
Mientras tanto, CIDOB y CONAMAQ
ultiman detalles para comenzar una nueva marcha el 25 de abril próximo, desde
Chaparina, en Beni, hasta la ciudad de La Paz, en defensa del TIPNIS (otra vez)
así como todos los territorios indígenas del país. A su vez, el Gobierno
nacional no cede ni un minuto del día ni de la noche en su empeño por
desbaratar esta Novena Marcha Indígena, que contaría con amplio apoyo de
organizaciones urbanas, a diferencia de las marchas indígenas precedentes desde
1990.
Públicamente, el Gobierno
nacional intenta sacarse una foto abrazado a la ONU y a las organizaciones del
exPacto de Unidad, en un intento por rearmar su deslucida charla internacional
de defensa ubicua de los derechos. Pero por lo bajo desestabiliza a las
dirigencias indígenas del TIPNIS con la finalidad de construir su ansiada
carretera.
El rol de la ONU
El ciclo de reuniones promovidas
por la ONU se realizará del 9 al 13 de abril en las dos ciudades más grandes de
Bolivia. El primer encuentro tuvo lugar ayer en la sede de la Agencia Española
de Cooperación para la Integración y el Desarrollo (AECID) de la ciudad de
Santa Cruz. Hasta allí llegó una delegación del CONAMAQ con la tarea de
denunciar la estrategia del Gobierno para hacer valer su Consulta “trucha”. La
CIDOB no iba a participar para evitar dar legitimidad a este espacio con su
presencia. Pero al finalizar la tarde llegaron algunos representantes para -lo
mismo que el CONAMAQ- manifestar ante las visitas que el presidente Morales
quiere imponer sobre el TIPNIS una ley 222 de Consulta que no es consulta ni
previa ni libre ni informada ni mucho menos de buena fe.
“El CONAMAQ está presente para
participar, no solamente escuchar ni estar sentado ahí. Queremos manifestar
nuestra disconformidad con el Derecho a la Consulta que el Gobierno quiere aplicar
en el TIPNIS con la ley 222. Se trataría de una Consulta que no es libre ni
informada ni previa ni de consentimiento libre. Al contrario, es una Consulta
obligada, de mala fe, hecha de prebendalismo, eso queremos manifestar ante los
expositores internacionales, quienes están viniendo a dar una charla sobre
algunas otras experiencias de Consulta realizadas en América latina como en otros
países del mundo”, dijo David Crispín, de la organización matriz que reúne a
los pueblos de la región andina de Bolivia.
“Queremos hacer conocer que en
Bolivia el Derecho a la Consulta se va a aplicar de mala fe, a plan de balas y
palos, para que la carretera pueda pasar por el centro del TIPNIS. Entonces no
es una Consulta de buena fe, porque el Gobierno actúa de mala manera”, agregó
el líder del pueblo Aymara.
En estas jornadas se encuentran
las organizaciones de lo que fuera el Pacto de Unidad por primera vez desde
agosto de 2011, cuando se inició la Octava Marcha. Antes eran cinco
confederaciones nacionales afines al gobierno de Morales: tres campesinas (las
trillizas) y dos indígenas: CIDOB y CONAMAQ. Pero en 2011 CIDOB y CONAMAQ
terminaron de separarse del bloque monolítico de alabanza a todo acto del
Movimiento Al Socialismo (MAS). Para definir este quiebre, fue fundamental el
rol de “las trillizas” durante la última movilización indígena.
La Confederación Sindical Única
de Trabajadores Campesinos de Bolivia (CSUTCB), la Confederación Sindical de
Comunidades Interculturales de Bolivia (CSCIB) y la Confederación Nacional de
Mujeres Campesinas Indígenas Originarias de Bolivia ‘Bartolina Sisa’ son
llamadas “las trillizas”, porque obedecen partidaria y ciegamente a toda
determinación emanada del MAS. Durante la Octava Marcha, desde la CSUTCB
tildaron a los habitantes del TIPNIS de “salvajes”; la CSCIB junto a la Policía
Nacional bloqueó a la movilización indígena en Yucumo (lo que derivó en la
represión policial del 25 de septiembre); y las Bartolina Sisa formularon
varias declaraciones públicas de apoyo a la construcción de la carretera en
cuestión.
“La CSUTCB, la CSCIB, las
bartolinas y la CONAFRO (Consejo Nacional Afroboliviano), que también está, son
afines al Gobierno, están conformes con lo que hace. Las únicas que no estamos
afines al Gobierno nacional somos CIDOB y CONAMAQ, por eso estamos ahí (en el
AECID) planteando nuestra disconformidad”, dijo Crispín.
CONAMAQ y CIDOB evidenciaron ayer sus objeciones sobre la
ley 222 ante la ONU y sus sabios venidos de Canadá, Costa Rica, Dinamarca y
España. Como respuesta, pidieron a estas matrices que sigan asistiendo a las
jornadas hasta el 13 de abril para continuar la discusión.
“El Gobierno quiere aparentar que
el Derecho a la Consulta se está aplicando en Bolivia de buena manera, sin
problemas ni conflictos. Quiere aparentar que su Consulta es constitucional,
pero nosotros pusimos en conocimiento de la ONU y de sus expertos que la ley
222 es inconstitucional, es de mala fe”, dijo el integrante del CONAMAQ.
Aunque los representantes de las
Naciones Unidas en el país ya están al tanto de este conflicto entre los
indígenas y el Gobierno nacional. “Me extraña sobremanera que la ONU, la OIT
(Organización Internacional del Trabajo) y otras organizaciones parte de este
evento se estén prestando al juego del Gobierno. Ellas, como organizaciones
internacionales, deberían estar actuando de manera neutral, como observadores,
para ver si realmente el Gobierno está cometiendo errores o si están en el
marco de la constitucionalidad sus actos. Pero al parecer estas organizaciones
internacionales se encuentran cooptadas por el Gobierno y tratan de favorecerlo,
financiando pasajes y toda esta logística, para concentrar gente y aparentar ante
el mundo entero que las organizaciones internacionales están conformes con las
malas actuaciones del Gobierno en el marco jurídico”, dijo Crispín.
El protocolo
“Tengo un borrador del Protocolo
de Consulta del Gobierno para ya iniciar la Consulta en el TIPNIS. Ese Protocolo
da las pautas para el triunfo del ‘sí’, aún antes del inicio de la Consulta.
Ese documento es muestra de todo el chantajismo y la manipulación que hay de
fondo. Porque a los hermanos del TIPNIS les están ofreciendo bombas de agua, motores
fuera de borda para que digan ‘sí’ en la Consulta. Y aquellos que se opongan a
la Consulta no recibirán nada. Desde el momento en que el Gobierno empieza a
regalar una gorra, una libra de azúcar o una posta sanitaria, ya es
prebendalismo. Por lo tanto, de lo inconstitucional que ya es la ley 222, en la
práctica se está inconstitucionalizando peor. Esto que hace el Gobierno se
llamaría ‘desnaturalización de la Consulta’”, sostuvo Crispín.
Mientras así pasaba el tiempo en
el AECID, en la sede de la Subcentral Sécure, en Trinidad, tenían que soportar
el asedio de un directorio paralelo conformado por el Gobierno nacional con el
objetivo de asegurar la prevalencia del ‘sí’ en la Consulta que se realizaría
según la ley 222.
“Han formado un nuevo directorio
en un encuentro ilegal de corregidores realizado en la comunidad de San José.
Ha sido un encuentro ilegal porque no fue convocado a través del directorio de la
Subcentral Sécure”, dijo el presidente legal de esta subcentral, Emilio Noza
Yuco.
En la mañana de ayer, el
directorio paralelo se presentó en la sede de la Subcentral Sécure con la intención
de inventariar los muebles y otros bienes que hay allí, de cara a un supuesto
traspaso de mando. Noza contó que “hemos tenido una reunión con ellos (los
‘truchos’), y consensuamos convocar a un nuevo encuentro de corregidores, que
van a elegir a un nuevo directorio”. Por el momento, este presidente reconocido
por las comunidades aún tiene las llaves de las oficinas.
Noza confía en que “las
comunidades del TIPNIS nunca van a ser manejadas por un partido político. Este
tipo (Carlos Fabricano Moye, presidente ‘trucho’) ha sido nombrado por el
Gobierno para asumir, pero solo lo apoyan unas cuantas comunidades. La mayoría
de las 23 comunidades de la Subcentral Sécure ha manifestado un total rechazo a
este directorio que se ha conformado ilegalmente. Pero esto ya se definirá en
el próximo encuentro de corregidores. Y sea quien sea elegido, no queremos que
sea manejado por un partido político”.
Según informes extraoficiales, el
Gobierno nacional prepara un encuentro en Trinidad –si es que no lo hace en este
momento- con los corregidores del CONISUR (Consejo Indígena del Sur, aliado al
MAS) y los corregidores que apañan al directorio chuto de la Subcentral Sécure,
a la cabeza de Carlos Fabricano. Juntos avalarían el “Protocolo de Consulta”
(que ya circula por Internet) descaradamente redactado por el Gobierno para
hacer construir la carretera Villa Tunari-San Ignacio de Moxos adentro del
TIPNIS.
“Es muy triste ver cómo el Gobierno
está manipulando a hermanos inocentes chimanes y yuracarés. Para que se pongan
a decir ‘sí’ a la carretera les han hecho llegar motores fuera de borda,
paneles solares, pero nosotros sabemos el territorio no tiene precio”, dijo
Noza.
“Estos hermanos no tienen ningún
argumento contra el actual directorio de la Subcentral Sécure, conformado
legalmente. No tienen de qué acusarme. No puede ser que el Gobierno nos complique
tanto, solamente porque estamos defendiendo nuestra casa. Me quieren sacar por
obedecer el mandato de las bases y estar firme en el rechazo a la construcción de
esta carretera por dentro del TIPNIS”, dijo el dirigente del pueblo Mojeño.
OAS no va más
"Hay incumplimiento de parte
de OAS y por eso hemos decidido iniciar un proceso de anulación del contrato de
la construcción en el camino Villa Tunari-San Ignacio de Moxos, especialmente
en el tramo I y III que estaba a cargo de OAS, por incumplimiento de parte de
la empresa", dijo esta mañana el presidente Morales en Palacio de
Gobierno.
"Siento que hay algún fraude, sospecho que por eso los informes técnicos postergan la entrega y no terminan la obra", agregó el mandatario aymara.
"Siento que hay algún fraude, sospecho que por eso los informes técnicos postergan la entrega y no terminan la obra", agregó el mandatario aymara.
Dijo que OAS suspendió los
trabajos en los tramos I y III sin justificativo ni autorización, incumplió con
el movimiento de maquinaria y equipo comprometido en la edificación de esa vía,
desobedeció reiteradamente instrucciones recibidas y compromisos asumidos, no
presentó informes de medición, falta la señalización en la obra, como también
la propuesta de rescate arqueológico, entre otros aspectos, según informó la
agencia oficial ABI.
Morales indicó que el incumplimiento de OAS es visible también en otras carreteras en construcción, como la Uyuni-Potosí, la cual tendría que haber entregado en diciembre de 2010, de acuerdo con los compromisos incumplidos.
Y argumentó que por la mala conducta de empresas como OAS, las autoridades nacionales, departamentales y municipales no tienen obras para presentar a la población. "Nosotros debemos pagar el costo", dijo el presidente.
De todos modos, las organizaciones indígenas que participarán de la Novena Marcha Indígena exigen al Gobierno nacional la anulación de la ley 222, que sigue siendo inconstitucional más allá del alejamiento de OAS.
Morales indicó que el incumplimiento de OAS es visible también en otras carreteras en construcción, como la Uyuni-Potosí, la cual tendría que haber entregado en diciembre de 2010, de acuerdo con los compromisos incumplidos.
Y argumentó que por la mala conducta de empresas como OAS, las autoridades nacionales, departamentales y municipales no tienen obras para presentar a la población. "Nosotros debemos pagar el costo", dijo el presidente.
De todos modos, las organizaciones indígenas que participarán de la Novena Marcha Indígena exigen al Gobierno nacional la anulación de la ley 222, que sigue siendo inconstitucional más allá del alejamiento de OAS.
(Comisión de Comunicación de la Novena Marcha Indígena)
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