Con buen clima pero con el camino embarrado volvió a avanzar la Octava Marcha Indígena hasta la comunidad La Embocada, a 350 kilómetros de su destino, la ciudad de La Paz. A 20 kilómetros queda Yucumo, donde persiste el bloqueo de campesinos afines al gobierno de Evo Morales. Allí habría 300 policías para evitar que se cumplan las amenazas de los bloqueadores y nadie resulte lastimado. “Ratificamos que nuestra marcha es pacífica, es una marcha muy responsable. Nosotros no venimos a buscar la confrontación con nadie. Nuestras demandas son justas y ratificamos nuestro pliego de 16 puntos que ya conoce el gobierno. Lo que pedimos es una pronta solución a nuestras demandas. No pretendemos llegar sí o sí a La Paz porque queremos, más bien queremos que el gobierno llegue hasta donde nosotros nos encontremos. Pero si no llega y nos obliga a llegar a La Paz, vamos a llegar a La Paz”, dijo después de cinco horas de caminata el asambleísta indígena Pedro Nuni
Hoy a las 8.30, los cerca de 1000 indígenas ya habían terminado de empacar sus cosas y desayunar. La lluvia que hasta ayer cayó sobre la zona había imposibilitado que estuvieran en el camino, solamente los vehículos 4x4 podían andar sin quedar sumergidos en el barro líquido. Aunque esta mañana un poco había secado, largos tramos de la vía Trinidad-La Paz eran un pantano. Los marchistas llegaron a La Embocada embarrados, luego de caminar y resbalarse durante 23 kilómetros.
A la marcha se incorporó una nueva bandera, una negra, llevada por la Organización Indígena Chiquitana (OICH) en memoria de los tres hermanos que los indígenas tuvieron que enterrar desde su salida de Trinidad, el 15 de agosto pasado. Pedro Moye Noza, de 13 años; Juan Uche Noe, de ocho meses; y Eddy Martínez Rivero, un joven cacique de la OICH.
La movilización es encabezada por la Confederación de Pueblos Indígenas de Bolivia (CIDOB) y el Consejo Nacional de Ayllus y Markas del Qullasuyu (CONAMAQ), las dos organizaciones indígenas nacionales, que representan a los 36 pueblos originarios del país. La primera de sus 16 demandas se refiere a la carretera que el gobierno nacional quiere hacer pasar por el Territorio Indígena Parque Nacional Isiboro Sécure (TIPNIS) sin haber consultado a los dueños de su millón de hectáreas: los pueblos Yuracaré, Mojeño y Chimán.
La marcha continúa hasta la Plaza Murillo porque el presidente Morales no desiste en su plan carretero, que vulnera los derechos de los pueblos indígenas legibles en la Constitución Política del Estado.
“El gobierno sufre por su soberbia, por su abuso, por su prepotencia. El gobierno sufre cuando la marcha sale y está en el camino. Yo creo que esa es nuestra fortaleza y, por supuesto, nosotros los indígenas vamos a seguir adelante, pese a todos los cuestionamientos, pese a todos los improperios, pese a toda la discriminación de la que nosotros hemos ido objeto. Hasta nos han dicho que somos salvajes, por eso ellos (el gobierno) quieren hacer la carretera a través del TIPNIS, para que dejemos de ser salvajes con la carretera. Eso es una afrenta contra nuestra dignidad de indígenas que somos. Vivimos en las comunidades, vivimos en el monte, pero eso no quiere decir que somos salvajes. Pero si así nos ve nuestro presidente del Estado Plurinacional y así lo están construyendo al proceso de cambio, yo creo que están muy equivocados”, dijo Nuni, del pueblo Mojeño.
“¿Este es el desarrollo que el gobierno quiere dar?”, se preguntaban los marchistas en diversos idiomas mientras hundían los pies en el camino. Cada tanto tenían que salirse de la vía porque decenas de camiones y flotas habían quedado atascados, sumergidos hasta los ejes.
“En gran parte del territorio beniano y paceño no hay carreteras asfaltadas. Hace más de 40 años fue hecho este camino y hasta ahorita no lo asfaltan. Pero sí están empecinados en romper el equilibrio ecológico de una reserva forestal, de un patrimonio del Estado boliviano y de un territorio perteneciente a tres pueblos, a los que quiere liquidar. Vemos este gran desequilibrio, esta gran contradicción que el gobierno tiene, quien realmente busca beneficiarse de los muchos intereses que lastimosamente se juegan si se abre esa carretera”, dijo el asambleísta.
La gente saludaba a los marchistas desde los vehículos que pasaban, les pedían que tuvieran fuerza. Algunos convidaban una botella de soda tibia y por la mitad, otros conductores donaban sus bolsitas de hojas de coca.
Los pasajeros de una flota con destino a San Borja salieron a las ventanillas para dar ánimo a las y los caminantes.
-¡Que baje la choquita!- rogó un marchista atacado de amor a primera vista. Pero la pasajera en cuestión se hizo la sorda.
Algunas movilidades llegaron con donaciones recolectadas en todo el país. “Todo este sacrificio trae desgaste físico, eso se repone con medicina, con alimentación, con agua. Y también con el ánimo que nos da la gente, porque ‘no solamente de pan vive el hombre’, sino también de todas las muestras de apoyo y solidaridad que estamos recibiendo”, dijo Nuni, uno de los voceros de la octava marcha.
“En esta movilización, por delante de todo está nuestra fortaleza, nuestro coraje y nuestra consecuencia en la defensa de la Madre Tierra, que es lo que caracteriza a esta marcha pacífica”, agregó.
La marcha es encabezada por las banderas del patujú –flor símbolo de esta movilización-, las de Bolivia y una whipala sostenida por tata Walberto Baraona, mallku de Medio Ambiente del CONAMAQ. Con el pasar de las horas, el sol cocinaba las cabezas y también la humedad del suelo, que hacía al aire de la Amazonía todavía más caliente. Sin embargo, a tata Walberto le gusta más marchar de día, así se pueden ver los paisajes selváticos. Cuando marchan de noche, solamente ven hasta donde alumbran las linternas, además los vehículos y las vacas se muestran más dispuestos a atropellarlos. Por el camino también hay muchos toros, que a veces se la quieren agarrar con la marcha. Por eso, uno de los presentes va adelante para espantarlos, así a nadie atacan.
A Yucumo
Ayer, el asambleísta Heriberto Cazorla, del Movimiento Al Socialismo (MAS), dijo en los medios que los marchistas llevaban movilidades cargadas con armas. Como toda prueba, el Honorable dijo que eso le habían contado los bloqueadores de Yucumo.
“Si nos agreden en Yucumo no vamos a responder, no vamos a entrar en ese círculo de violencia. De todas maneras, estamos tomando nuestros propios recaudos para evitar cualquier enfrentamiento. Si nos agreden, la respuesta de nosotros va a ser y debe seguir siendo pacífica”, dijo Nuni.
“Días atrás, fueron a dialogar los principales dirigentes de esta marcha con los bloqueadores. Ellos nos hicieron conocer su planteamiento, muchos de los cuales se han despejado. Pero lamentablemente ellos buscan condicionar cinco de los 16 puntos de nuestro pliego, a los que nuestra marcha no puede renunciar. Creemos que nuestro reclamo es legítimo y lo vamos a llevar hasta donde podamos, para que el gobierno responda”, agregó.
“Dicho sea de paso, nos han informado que han llegado alrededor de 10 flotas con colonizadores a Yucumo para hacer un ampliado hoy y mañana. De todas maneras, en La Embocada vamos a descansar y prepararnos para entrar a Yucumo”, contó el dirigente mojeño.
“Pedimos a los hermanos colonizadores deponer su actitud soberbia. Aquí estamos nosotros cuestionando al gobierno y a su poca sensibilidad para con nosotros. A tal punto que están empecinados a dividirnos al interior de nuestra marcha, que han tenido la osadía de sacar a 50 personas en dos enviones. Uno fue por la convocatoria de la cumbre municipal de San Ignacio de Moxos, cuando se llevaron representantes de algunas comunidades del TIPNIS. Al día siguiente, el señor (Carlos) Romero, ministro de la Presidencia, se reúne con ellos y logra cooptar a algunos comunarios. La segunda arremetida ha sido en San Borja, llevándose a otra parte de hermanos indígenas del TIPNIS hasta San Ignacio, seguramente para hacerlos abandonar la marcha y hablar en contra de ella marcha”, dijo Nuni.
“Nos hemos enterado de que en los próximos días el señor Evo Morales, presidente del Estado, estaría llegando a una comunidad indígena del TIPNIS para tomarse una foto, para decir que los hermanos ahí están de acuerdo con la construcción de la carretera. Pero si el gobierno llegara a un acuerdo con ellos, sería en condiciones de desigualdad. El gobierno cuenta con el aparato del Estado y todos los mecanismos del Estado están a su favor. Y van a hacer todo para quebrar esta marcha. Pero, pese a todo, vamos a seguir”, dijo.
(Por Comisión de Comunicación)
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